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lunes, 26 de julio de 2010

PROMESAS DE LA VIRGEN SOBRE EL SANTO ROSARIO

Las 15 Promesas de la Virgen María sobre el Santo Rosario, reveladas a Santo Domingo de Guzmán en el año 1.214 son las siguientes:

1ª. Aquéllos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
2ª. Prometo Mi protección y las gracias más grandes a aquéllos que recen el Rosario.

3ª. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados y nos defenderá de las herejías.
4ª. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en sus deseos por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5ª. El alma que se encomiende a Mí en el Rosario, no perderá su alma.
6ª. Quien rece el Rosario devotamente y lleve los misterios como testimonio de vida, no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7ª. Aquél que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8ª. Aquéllos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida, en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia; en la hora de la muerte participarán en el Paraíso por los méritos de los Santos.
9ª. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

10ª. Los devotos del Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11ª. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario, si es conveniente para la salvación de su alma.
12ª. Aquéllos que propaguen mi Rosario serán asistidos por Mí en sus necesidades.

13ª. Mi hijo me ha concedido que todo aquél que se encomiende a Mí al rezar el Santo Rosario, tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14ª. Son Mis niños aquéllos que rezan el Rosario, hermanos y hermanas de Mi único Hijo, Jesucristo.
15ª. La devoción a mi Santo Rosario es una gran señal de profecía.

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